El fenómeno del sueño ha sido objeto de interés durante siglos, lo cual no es sorprendente ya que pasamos la tercera parte de nuestra vida durmiendo.
Dormir es necesario para mantener nuestra vida. Y dormir bien, es fundamental para nuestro equilibrio y bienestar.
El sueño encierra uno de los grandes misterios que aún no ha sido desvelado.
Sabemos que la falta de sueño presenta repercusiones negativas para nuestro cuerpo y nuestra mente. De hecho, el método de tortura más utilizado en la antigüedad fue la privación de sueño, provocando alucinaciones, delirios e importantes alteraciones mentales.
¿QUÉ PASA MIENTRAS DORMIMOS?
El descanso nocturno es el momento en que el cerebro recupera la energía gastada y procesa la información adquirida durante el día. Por ello, es un proceso verdaderamente importante.
Durante el descanso, atravesamos diversas fases con distintos niveles de actividad cerebral: cuatro de sueño no REM y una última de sueño REM (Rapid Eyes Movements o movimiento rápido de los ojos)
- Fase 1: somnolencia y comienzan a relajarse los músculos a la vez que la actividad cerebral se ralentiza. Sueño ligero.
- Fase 2: disminuye progresivamente la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca y respiratoria.
- Fase 3 y 4: experimentamos un sueño más profundo y la actividad cerebral mantiene una frecuencia lenta. Resulta más difícil despertarnos y se presentan parasomnias, como los terrores nocturnos o el sonambulismo.
- Durante el sueño REM : el tono muscular disminuye drásticamente y nuestra respiración y frecuencia cardíaca se vuelven irregulares. Sueños más profundos.
Un ciclo de sueño dura aproximadamente 100 minutos, empleando 60 ó 70 en atravesar las cuatro primeras fases. A lo largo de un descanso normal realizamos entre cuatro y seis ciclos completos.
El sueño nos ayuda en el aprendizaje y la memoria, para recuperar la energía del cuerpo y en la restauración del organismo
“Estamos hechos de la misma materia que los sueños, y nuestra pequeña vida termina durmiendo”
William Shakespeare
La noche es casi siempre un mundo donde caemos sumidos en una dimensión que no comprendemos en su totalidad.
¿CÓMO DORMIR A PIERNA SUELTA?
Un buen descanso es el objetivo para comenzar un buen día, con energía y claridad mental. Antes de ir a dormir nos preparamos realizando los rituales que mejor se adapten a cada uno.
Dedicar un tiempo a observar cómo ha ido nuestro día, respirar profundamente y serenar la mente durante unos minutos. Tomar alguna infusión relajante , agradable.
En definitiva, buscar lo que a cada uno le siente mejor pero, dedicando un tiempo para que ese sueño sea mejor.
No tener miedo a la noche por no conseguir dormir. Esto es un pensamiento muy habitual, que lo único que hace es intensificar el problema. Mejor sentir el alivio de conseguirlo. Esto quita esa barrera infranqueable.
Hay remedios naturales como la valeriana, pasiflora, lúpulo, tila, melisa… Que producen un ligero alivio al nerviosismo .
Una meditación también ha demostrado su efecto beneficioso, tanto para conciliar mejor el sueño, como para la memoria, atención, etc.
Un sueño reparador le hace sentir a uno nuevo, con ganas de disfrutar de un nuevo día, despierta la ilusión y uno se enfoca mejor en sus tareas y en las relaciones interpersonales.