El cuidado de la piel es muy importante a lo largo de nuestra vida, pero especialmente a partir de cierta edad.
A medida que pasan los años vamos perdiendo agua en nuestro organismo. La piel refleja esta pérdida de agua, ya que somos un 75% de agua, elemento crucial de nuestra composición.
Este proceso parece estar vinculado con lo que conocemos por radicales libres , moléculas responsables de que se cree desorden en las células.
¿QUÉ SON LOS RADICALES LIBRES?
Son moléculas muy inestables que inician una cadena de reacciones, llamada estrés oxidativo, provocando daño a las células de nuestro cuerpo y son responsables del envejecimiento celular y de la degradación del colágeno y de la elastina (imprescindibles para mantener la piel flexible y sin arrugas).
Estos radicales libres actúan primero atacando a las membranas de los tejidos provocando endurecimiento de las mismas e impidiendo buena nutrición y comunicación. Como consecuencia la piel pierde brillo, menos elástica, más fina.
Por otro lado, estos radicales producen sustancias proinflamatorias.
Los efectos de esta acción de los radicales libres se traduce en:
- Destrucción de colágeno y elastina.
- Aparición de líneas de expresión y piel arrugada.
- Pérdida de elasticidad. Flaccidez
- Envejecimiento acelerado.
¿QUÉ HACER PARA RETRASAR EL ENVEJECIMIENTO DE LA PIEL?
Los antioxidantes son sustancias que estabilizan la acción de los radicales libre.
De forma natural nos encontramos con el glutatión, que se encuentra en el interior de nuestras células. También se encuentran la melatonina, el coenzima Q10, ácido alfa-lipóico, se encuentra en determinados alimentos.
De la dieta: las vitaminas antioxidantes: A, C y E
También otros fitoquímicos como los polifenoles, licopeno (del tomate y sandía), flavonoides.
Para combatir la inflamación, los ácidos grasos omega 3 son de gran ayuda. Se encuentra en pescados azules, semillas de lino, chía o de cáñamo.
COMPONENTES COSMÉTICOS Y RUTINA FACIAL DESPUÉS DE LOS 50
Lo primero una buena limpieza del cutis con loción limpiadora adecuada al tipo de piel.
Esto es fundamental para preparar la piel.
Una buena hidratación acompañada con ácido hialurónico, vitamina C y fotoprotección.
Por la noche, una crema nutritiva rica en ceramidas, o bien, con retinol que ayuda a la renovación de la piel y a la regeneración celular. Éste último utilizarlo 1 ó 2 veces en semana.
También es importante el uso de mascarillas con ácido hialurónico 1 ó 2 veces a la semana por la noche.
Todo ello acompañado de una buena hidratación, abundante fruta y verdura fresca, aportando vitaminas, minerales, antioxidantes, fibra y agua.